Al menos hasta que la inflación se estabilice en torno al 2%

Mario Draghi compareció este jueves en una conferencia en Fráncfort, y como no podía ser de otra manera, su discurso estuvo centrado en el objetivo de inflación. Calificó de «apropiada» la actual política monetaria y aseguró que los tipos de interés se mantendrán en su actual nivel durante un tiempo prolongado, e incluso podrían modificarse a la baja.

Sobre sus planes de compra de deuda pública y privada afirmó que no variarán hasta finales de año, e incluso podrían alargarse en caso de ser necesaria su utilización. Los gobernadores de los bancos centrales de Alemania y Lituania llevan un tiempo presionando al BCE para que ponga fin a su programa de flexibilización cuantitativa lo más tardar este verano. Draghi no parece ceder a estas presiones, afirmando que seguirán comprando deuda hasta que vean «un ajuste sostenido en el ritmo de inflación consistente con el objetivo», el cual es situarla cercana al 2% en media. Además, desde abril han reducido un 25% el volumen de compras de deuda con respecto a 2016.

El BCE considera fundamental su actual política expansiva para el reciente repunte de la inflación en la Eurozona (a pesar de que en el mes de Marzo descendió medio punto). Por lo tanto, debido a esta dependencia, no se pueden esperar cambios de dirección en su política monetaria próximamente.

El presidente del BCE consideró en la conferencia que hay motivos para ser cautelosos al valorar la duración de las perspectivas de inflación. La inflación subyacente, que descuenta los elementos más volátiles como la energía y los alimentos frescos, todavía no se acerca al objetivo del BCE.

Draghi dijo que más del 90% de la subida de la inflación de 1,4 puntos porcentuales desde noviembre del año pasado, hasta el 2% de febrero, se explica por los precios de la energía y los alimentos. También señaló que los riesgos para el crecimiento económico siguen a la baja debido a factores geopolíticos.

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