Las estadísticas oficiales reflejan que la imposición al trabajo en España ingresa 29.699 millones menos que la media de la UE básicamente por la menor recaudación de las cuotas de la Seguridad Social a cargo de los trabajadores, lo que que sitúa a nuestro país en la vigésima posición del ranking europeo.
Si consideramos el IRPF pagado realmente por todos los trabajadores y las cuotas obligatorias totales de la Seguridad Social para las empresas y trabajadores, la presión fiscal real del conjunto de los trabajadores españoles es del 16,7%, muy inferior a la indicada para cualquiera de los ocho casos elegidos en el informe de la OCDE, ocupando España la 14ª posición entre los 28 países europeos. Para Gestha, una medida eficaz para escalar en el ranking y aumentar la recaudación de la Seguridad Social sería eliminar los topes máximos de cotización situados para 2017 en los 3.751,20 euros/mes que afecta únicamente a menos del 6% de los trabajadores, así como reducir el fraude laboral y evitar la elusión de los perceptores de grandes ingresos a través de sociedades instrumentales.
La economía sumergida rebaja la presión fiscal, pero aumenta el esfuerzo fiscal
Además, España presenta una menor presión fiscal en todos los tributos respecto a los países de nuestro entorno, situándonos en la 19ª posición del ranking europeo, en buena medida por la floreciente economía sumergida. Esto supone que la presión fiscal sea de 6,6 puntos menos que la media ponderada de la zona euro y de 5,2 puntos menos que la media europea.
Con este análisis, Gestha busca contrastar con datos las informaciones que se han venido publicando en los últimos días en las que se ha puesto el foco en una supuesta alta imposición sobre el trabajo, cuando precisamente el informe de la OCDE señala que hay 14 países con una ‘cuña fiscal’ más elevada que España, entre los que se encuentran Bélgica (54%), Alemania (49,4%) Hungría (48,2%) o Francia (48,1%).
Fuente: inversión y finanzas